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El ser humano perfecto

 

Una mujer recibe a sus invitados para celebrar una despedida. Tras el desamor y el duelo, ella reivindica el desapego y brinda por la indiferencia. La anfitriona invita a sus comensales a un festín en el que se empacharán de vacío y se embriagarán de nada, un banquete del que saldrán más livianos de lo que entraron. Que nadie espere salir saciado de esta particular cena: ¿qué prefieres, ser un artista del hambre o un esclavo del hambre? ¿Seguir atado a un cuerpo lastre o triunfar sobre las servidumbres de ese cuerpo?

 

La pieza está inspirada en la película homónima de Jorgen Leth. Humano y perfecto son dos términos contradictorios que jugaremos a conciliar. Se trata de una obra de teatro experiencia en la que los asistentes serán partícipes de una propuesta en la que compartirán el espacio con la anfitriona, sintiendo en primera persona palabras, silencio, imágenes y olores.

 

 

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